viernes, 21 de agosto de 2015

Gregorio Luri y las escuelas tradicionales

Actualmente se han producido grandes transformaciones que afectan a todos los aspectos de nuestra vida. Nadie podía imaginar las implicaciones sociales, culturales, políticas, económicas,... que el desarrollo de Internet tendría en el día a día de nuestra vida. Dentro de este contexto continuo de cambio la educación no podía quedarse atrás.
 
Es reconocido que Internet y el desarrollo de las nuevas Tecnologías de la Educación y la Información han supuesto una revolución en el campo de la educación y la comunicación. Surgen de esta manera nuevas formas de aprender y enseñar en la que los alumnos ya no son meros usuarios pasivos a los cuales hay que inculcar conocimiento mediante clases magistrales y libros de texto, sino que adquieren un rol activo y se convierten en protagonistas de su propio proceso de aprendizaje.
 
Sin embargo, dentro de este contexto surgen defensores acérrimos de las prácticas tradicionales. Dentro de este grupo de personas encontramos al filósofo Gregorio Luri, quien en una entrevista para el diario ABC comenta lo siguiente:
 
"Mire, hay escuelas, tanto públicas como privadas, que ponen gran entusiasmo en dejar bien claro que no son tradicionales. Viven en la fantasía de que una escuela no puede ser buena si no ha roto con la tradición pedagógica. Quieren ser exclusivamente escuelas del siglo XXI. No es raro que se definan a sí mismas con fórmulas retóricas muy sofisticadas detrás de las cuales no hay ningún contenido claro. Pienso en la psicología positiva, la educación emocional, las inteligencias múltiples... etcétera. Frente a esto, están las escuelas tradicionales, llenas de imperfecciones sí, pero que acumulan una larga experiencia de ensayos y de errores que deberíamos tener en cuenta antes de jugarnos la educación de nuestros hijos a la única carta de nuestra ingenuidad. Es más, con frecuencia la pedagogía beata añade a su propuesta de hacer felices a los niños algo que parece más serio: «hacerlos mejores personas». ¿Pero se puede ser mejor persona sin conocimientos, sin capacidad para mantener la atención, sin competencias, sin hábitos? Piense usted en su propio mundo antes de responder a esta pregunta: ¿Se puede ser creativo sin tener conocimientos? ¿Y la memoria, es un estorbo para tener conocimientos?"
 
 
 
 
 
 
Teniendo como base lo que dice Luri, ¿pueden las TICs educar de manera tradicional pero beneficiándose de todas las ventajas de la red?
 
 
 

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